En qué creer

“En la comunicación se trata en primer lugar de saber eso que quiere decir”1Lacan, J., “Mi enseñanza”, Paidós, Buenos Aires, 2007, p. 110.

¡¡Ay!! la comunicación, cuánto da y dará que hablar, Lacan no habla de diálogo entre emisor-receptor, el diálogo lo establece entre el sujeto y el Otro. En el Seminario 23, iguala psicosis paranoica y personalidad, lo hace rectificando la relación que  aparece  en su tesis doctoral, “De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad”. En esta escritura un joven  Lacan va más allá de la cuestión diagnóstica, su lectura no es organicista, pone el peso en la respuesta delirante a un acontecimiento de la  historia,  le interesa la posición subjetiva y aunque declara que en este momento no está en el camino del psicoanálisis, cómo no considerar que está ahí  el germen de lo que hará camino: “En la medida en que un sujeto anuda de a tres lo imaginario, lo simbólico y lo real, solo se sostiene por su continuidad. Lo imaginario, lo simbólico y lo real  son una sola y misma consistencia , y en esto consiste la psicosis paranoica”2Lacan, J., El Seminario, Libro 23, El sinthome, Paidós, Buenos Aires, 2006, p. 53.. El Lacan del Seminario 23 no es estructuralista pero nunca dejó de poner en primer plano la dimensión de autonomía que la estructura del lenguaje tiene. “Todo el mundo es loco” es eso también y este descubrimiento se lo debemos al encuentro de Lacan con la psicosis.

En una entrevista al Confidencial3“La industria farmacéutica está causando más muertes que los cárteles de la droga” Periódico El confidencial. el psiquiatra, Allen Frances, denuncia el DSM-V al hacer estallar la burbuja diagnóstica y la medicación. En esta denuncia el escándalo mayor no son los beneficios del las farmacéuticas sino algo mucho peor, lograr que médicos y  pacientes crean en la droga como única solución. Frances dirige la edición anterior, el DSM-IV, manual que nace tan solo dos años antes del gran descubrimiento en 1949 del uso de la clorpromazina para el tratamiento de la psicosis. Lo que critica Frances no es la medicación sino una patologización de la vida cotidiana que pasa a ser  solucionada en tanto medicada, es la semilla que planta el DSM y que no para de crecer  en sucesivas ediciones donde la orientación analítica, a partir de la tercera, quedó excluida. Este empuje se efectúa bajo el auspicio de encontrar consenso internacional para la enfermedad mental y promueve un mundo para la adicción en el que seguimos  instalados. El último informe del Centro Europeo de Monitoreo de Drogas y Adicción4“Incremento del Consumo de Psicofármacos en España debido al COVID-19” ITAD (Instituto de Psicoterapia Familiar Sistema y Adicciones) revela el importante incremento del consumo de ansiolíticos y antidrepresivos en la pandemia, aspecto que se suma a los datos que sitúan con anterioridad a España como el segundo país europeo de mayor consumo, ratificando estos datos el alcance de esta enraizada creencia.

J.-A. Miller: “Cuando nos interesamos en todo aquello que es del orden de las adicciones, se observa clínicamente el frenesí del no-todo, patologías en las que se destaca precisamente el sin límite de la serie”5Lacan, J., “Intuiciones Milanesas”, en Revista El Psicoanálisis Nº 30/31,  p. 359.. Dicho frenesí convive hoy junto a un DSM-V caduco y el escenario que dibuja la revuelta trans y es efecto de un pasaje de la “dictadura sanitaria a la democracia sanitaria”, tal como señala Miller, siendo el movimiento trans lo que se revela como efecto: “…la política nacional de salud pública desde 1945 allanó el camino para la revuelta de los trans”6Miller, J.- A., “Dócil a lo trans”, El pulso de la Actualidad, Web ELP, J.-A. Miller, con  inspiración freudiana, invita a ser dócil a lo trans y a orientarnos en lo que supone la  despatologización lacaniana, es decir, aquella que es brújula del “Todo el mundo es loco” y añadiría en línea con lo comentado,  todos locos y no todos, pero casi, medicados…

¿Qué relación tiene el ser viviente con las palabras? Si partimos de la polémica entre dos reputados psicólogos, Piaget-Vygotsky, conocemos que Lacan se sitúa del lado de este último al igualar palabra y pensamiento, la palabra no reproduce el pensamiento, son la misma cosa. Piaget coloca al niño en relación con el mundo en lo que denomina egocentrismo, digamos en una dificultad primera para descentrarse de sus pensamientos haciendo obstáculo a un aprendizaje adaptativo, el niño sería un individuo centrado en su cuerpo definido neurológicamente. En términos de psicología conductual, el egocentrismo es algo así como una falta de habilidad al comienzo de la vida para cambiar una perspectiva, por el contrario, lo que Lacan enseña es algo bien alejado de esta corriente e implica un niño que desde que nace está inmerso en un baño de lenguaje, pero también antes, antes de nacer es hablado, se habla de él antes de llegar al mundo, él está en el mundo antes de nacer como viviente.

V. Palomera en “De la personalidad al nudo del síntoma” plantea de qué centro se trata “(…) Lacan modifica el concepto de paranoia y enseña que se trata de un dispositivo normativo en el que la asunción del yo (moi) instala en el centro de la subjetividad una alteridad apremiante que puede mostrar su propia autonomía”7Palomera, V. “De la personalidad al nudo del síntoma”, Gredos, Madrid , 2012, p.98.. Frente al egocentrismo piagetiano, Lacan propone un alterocentrismo lacaniano, el mismo Lacan que sin detenerse en él llega a la clínica de los nudos. Al final del capítulo, “De la neurona al nudo”, en “Todo el mundo es loco”8Miller, J.-A., “Todo el mundo es loco”, Paidós, Buenos Aires, 2015, p.190. J.-A. Miller traduce como invitación de Lacan una batalla que no es otra cosa que resistir el avance de la ciencia, psiquiatría, psicología… y que hacerlo sea una cuestión de ex–sistir, en consecuencia, una invitación a no desistir encontrando los medios para el tiro certero, o lo que es lo mismo, el que se revele  capaz de minar las creencias por venir.

J.-A. Miller9Miller, J.-A., “Intuiciones Milanesas”, op. cit., p. 360. propone el síntoma del final de la enseñanza de Lacan como la versión lacaniana de lo que es la fragmentación de las entidades clínicas en el DSM, en este paralelismo apunta a la desestructuración que de las entidades encontramos en la última enseñanza, apunta al verdadero centro de la cuestión, apunta a creer en el síntoma.