Comentario sobre “Hikikomori: Vivir en un mundo a solas”
“Hay dos palabras clave para comprender el fenómeno hikikomori: “vergüenza” y “conflicto”. Los hikikomori sienten una profunda vergüenza por el hecho de no poder trabajar como cualquier otra persona. Sienten que, por no poder trabajar como muchos otros, son escoria humana, y que no merecen ser felices. Casi todos creen haber traicionado las esperanzas de sus padres.
En cuanto al conflicto, se sienten divididos entre la parte de sí mismos que les impide salir al mundo y la que los condena sin cesar por no hacerlo. Muchos dicen que desean desaparecer, o que ojalá no hubieran nacido. Debido a esta lucha interna, algunos se cansan tanto que no pueden ni salir de la cama. El dolor nacido de este conflicto puede durar años, e incluso décadas”.
Hiroshi, S. La verdadera situación de los “hikikomori”.
Se produce un choque entre el tradicional significante amo “Wa” y el nuevo imperativo capitalista de “goza”. La nueva clase emergente empresarial cambia los paradigmas de una sociedad que busca el equilibrio y que son sustituidos por la ambición y la competitividad, exponiendo al sujeto a un nuevo ámbito de violencia cultural a merced del goce, para el que históricamente no está preparado.
En la década de los años ‘90 a la recesión severa se sumó una reestructuración de las oportunidades en un contexto en el que se ponía más énfasis en la flexibilidad, lo que erosionó la seguridad y la predictibilidad. El individualismo en las transiciones dificultó a los jóvenes identificar puntos de referencia. Sabemos actualmente que el Otro, lugar de la Referencia, es inconsistente, que no existe: “lo que se llama ‘globalización’, explica Jacques-Alain Miller, es un proceso de destotalización que pone todas las estructuras ‘totalitarias’ (entre comillas) a prueba”. “El no-todo [es] una serie en desarrollo sin límite y sin totalización”1Miller J.-A, “Intuiciones milanesas”, El psicoanálisis, 30/31, Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, Barcelona, octubre 2017, p. 352..
En consecuencia, considerando las características de la sociedad japonesa y las modificaciones en los ámbitos familiar, cultural y social, emerge un grupo de jóvenes no dispuestos a entrar en la competencia del Japón moderno. Por lo que este “retraimiento social” podría ser interpretado como un tipo de solución singular de cada joven o nuevas formas de malestar contemporáneo. Una nueva forma de ubicar el goce sostenible, una forma de encontrar el “Wa” hoy día.
- 1Miller J.-A, “Intuiciones milanesas”, El psicoanálisis, 30/31, Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, Barcelona, octubre 2017, p. 352.