La reinvención del parlêtre transmedia

Sacudidas nuestras vidas, nuestras rutinas y anclajes, por la pandemia del virus COVID-19, nuestro saber hacer ha sido hackeado; en particular nuestros modos de hacer lazo se han visto perturbados hacia una mixtura paradójica entre la presencialidad y la virtualidad que develó otro estatuto de la corporeidad en juego. La emergencia de diversos embrollos del cuerpo a causa de la amalgama inédita entre el encierro y la hiperconectividad, llegaron a la consulta en la búsqueda de la propia reinvención como salida.

En este contexto la exigencia de reinvención alcanzó al ámbito educativo; allí trabajo como docente en la Universidad de Buenos Aires y también como psicoanalista supervisando y asesorando instituciones educativas de todos los niveles.

Uno de los desafíos más impactantes de este tiempo fue la implementación masiva del uso de tecnología digital en el terreno de la educación, que si bien hace tiempo está en proceso de expansión, durante la pandemia se ha visto interpelado, respecto a cómo replantear el acto educativo bajo estas nuevas coordenadas espacio-temporales.

En tiempos de pandemia, el Ideal del yo escolar, encarnado en las instituciones escolares, en los padres, los docentes y los gobernantes, ha estado en el banquillo, confrontado a su capacidad de aggiornamento frente a lo intempestivo de los cambios tecnológicos y de los contenidos, empujados a “no parar”. Se llamó “nueva normalidad” a esta mixtura entre la presencia de los cuerpos y lo transmedia1Jenkins, H., Convergence culture. La cultura de la convergencia de los medios de comunicación, Paidós, Barcelona, 2006. Una narrativa transmedia desarrolla historias a través de diferentes formatos mediáticos para liberar piezas únicas de contenido, que deben estar abiertas o, sutilmente ligadas entre sí, y con una sincronía narrativa entre ellas. Jenkins califica a la narración transmediática como una nueva estética que surgió como consecuencia de la convergencia de los medios digitales. Lo considera el arte de crear mundos., que promete inquietantes sorpresas a futuro, dada la relevancia que ha tomado la digitalización del mundo.

Además, la coyuntura pandémica prendió la alarma en el sistema educativo, respecto al desacople entre la subjetividad multitasking y fast de los nativos digitales y los modos de enseñanza-aprendizaje vigentes, manifestado en los malestares presentes en todos los actores del campo educativo, que reclaman también reinvención.

¿Cómo nos formamos, cómo nos reinventamos tanto los psicoanalistas, como los educadores para estar a la altura de los nuevos tiempos, para saber leer y tratar el malestar del parlêtre de la era digital?

G. Agamben2Agamben, G., ¿Qué es un dispositivo?, Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2005., propone una curiosa posición frente a los gadgets digitales, profanar los dispositivos: “A la raíz de cada dispositivo está, entonces, un deseo de felicidad. Y la captura y la subjetivación de este deseo en una esfera separada constituye la potencia específica del dispositivo. Esto significa que la estrategia que tenemos que adoptar en nuestro cuerpo a cuerpo con los dispositivos no puede ser simple (…) Profanar significa restituir al uso común lo que fue separado en la esfera de lo sagrado, la religión capitalista en su fase extrema apunta a la creación de un absolutamente improfanable”.

Lacan en la Conferencia en Milán3Lacan, J., “Del discurso psicoanalítico”, Conferencia en Milán del 12 de mayo de 1972, inédita., habla sobre ciertos fenómenos epocales y plantea el matema del discurso capitalista como sustituto del discurso del amo, proponiendo ubicar en el lugar del $, el significante “peste”, para dar realce a lo contagioso y mortífero que caracteriza al sujeto del consumo en la sociedad capitalista, donde el objeto a está ubicado en el cenit: “Un discurso que sería en fin verdaderamente apestoso, totalmente consagrado, en fin, al servicio del discurso capitalista”. Pero paradójicamente, ese objeto a, tapón de la castración, promesa de solución a lo irreductible pulsional, esconde lo más singular del síntoma, lo que, puesto a la luz en un análisis, le permitiría al sujeto separarse del Otro.

«Todo el mundo está en su mundo», es otro modo de pensar la peste del discurso capitalista como empuje al repliegue narcisista sobre los objetos tecnológicos, en especial en los nativos digitales que los incorporan cual apéndices corporales habitando nuevos modos de satisfacción; las tecnologías digitales involucran lo vivo corporal, y sus plurales usos nos enseñan lo que implica inventarse un cuerpo y hacer lazo en un terreno siempre movedizo y cambiante, plagado de incertidumbres e identificaciones discontinuas a las que amarrarse, donde la imagen reina4Miller, J.-A., “La imagen reina”, Elucidación de Lacan: charlas brasileñas, EOL-Paidós, Buenos Aires 1998. El incremento notable de consultas por síntomas escolares que involucran desarreglos corporales es un índice irrefutable de la conmoción del encierro y el aislamiento en la pandemia, junto al uso exacerbado de los dispositivos digitales, nos lleva a reflexionar sobre la relevancia de la orientación lacaniana por lo real hacia los anudamientos posibles del parlêtre contemporáneo.

Como analistas, no somos nostálgicos ni idealistas, apuntamos a una lectura crítica respecto a los cambios epocales y su repercusión en la subjetividad. Me resulta muy interesante la perspectiva de lo transmedia, por su resonancia con nuestra orientación; lo trans como metamorfosis, atravesamiento o pasaje, que requiere de un medio material.

Pensar al parlêtre desde esta perspectiva de una reinvención en constante movimiento, pero en dirección a incluir lo nuevo, dando lugar al acontecimiento imprevisto, es una orientación que encuentro muy afín a la última enseñanza de Lacan. Es nuestra brújula para las curas que dirigimos con miras a encender el deseo excéntrico de invención en cada parlêtre.

Como refiere Guy Briole en su texto de orientación hacia estas Jornadas: “La idea de ser de un mundo ajeno al de los otros se acentúa en el parlêtre sobre todo porque también él está, más que nunca, perdido en cuanto a su deseo; ese deseo que le es excéntrico5Lacan, J., «El psicoanálisis. Razón de un fracaso”, Otros escritos, Paidós, Buenos Aires 2012, p. 362.. Lacan escoge esta palabra por el equívoco que contiene que indica que ese deseo está descentrado —»es en el lugar del Otro donde se forma»6Ibid.— y que, a su vez, es fantasioso, insólito y, a veces, extravagante…”7Briole, G., “Ser de su mundo y soledad”.

¿Qué sentidos agujerea y qué real involucra la paulatina e incesante digitalización del mundo, advertidos de la ilusión respecto al pretendido progreso? ¿Cuántas pestes nos rodean? ¿Qué tratamientos profanos posibles para ellas?

 

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    Jenkins, H., Convergence culture. La cultura de la convergencia de los medios de comunicación, Paidós, Barcelona, 2006. Una narrativa transmedia desarrolla historias a través de diferentes formatos mediáticos para liberar piezas únicas de contenido, que deben estar abiertas o, sutilmente ligadas entre sí, y con una sincronía narrativa entre ellas. Jenkins califica a la narración transmediática como una nueva estética que surgió como consecuencia de la convergencia de los medios digitales. Lo considera el arte de crear mundos.
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    Agamben, G., ¿Qué es un dispositivo?, Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2005.
  • 3
    Lacan, J., “Del discurso psicoanalítico”, Conferencia en Milán del 12 de mayo de 1972, inédita.
  • 4
    Miller, J.-A., “La imagen reina”, Elucidación de Lacan: charlas brasileñas, EOL-Paidós, Buenos Aires 1998
  • 5
    Lacan, J., «El psicoanálisis. Razón de un fracaso”, Otros escritos, Paidós, Buenos Aires 2012, p. 362.
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    Ibid.
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