El mundo vivo del performance en Madrid

‘PEPA Pequeño Evento de Performance Art’ es una iniciativa de la artista Analía Beltrán i Janés que sostiene desde hace años la presencia del performance en la escena artística madrileña. Durante la pandemia también fue mantenido en formato online en colaboración con la artista Verónica Peña. Con una periodicidad a menudo mensual se organizan encuentros en los que varios artistas del arte de acción comparten sus piezas con el público en distintos espacios de la ciudad de Madrid. A lo largo de este tiempo han presentado sus obras artistas de distintas partes del mundo, veteranos y noveles, con distinta trayectoria vital y artística. En cada performance cada artista presenta una pequeña pieza de su mundo, pero con la aspiración de encontrar receptores que devuelvan el mensaje en forma invertida y que en la multiplicación de esta dinámica se mantenga vivo el tejido del arte performático en nuestra ciudad.

Las invenciones y las producciones artísticas es uno de los ejes en los que se nos invita a profundizar en las XXI Jornadas de la ELP bajo el título «Todo el mundo está en su mundo. Clínica de las invenciones singulares».

En el título se conjuga universalidad y singularidad, tal como ocurre en toda obra artística.

En la presentación de las Jornadas, las directoras Laura Canedo y Ruth Pinkasz, plantean el «desbarate» que supone el encuentro del cuerpo vivo con el lenguaje que lo precede y que se le impone. Todos troumatizados por este choque nos vemos empujados a buscar arreglos. Para algunos son suficientes las convenciones del discurso del amo, y pueden asumir el coste de los mayores o menores malestares sintomáticos que comportan. Pero para otros es imposible esta vía y se hace necesaria una invención singular: artistas, inventores, creadores, locos, excéntricos, fuera de la norma se pierden, buscan, encuentran y se vuelven a perder. En muchos de los performances que hemos podido ver a lo largo del tiempo en PEPA se pone en forma y en acto una pequeña pieza de esta indagación a la que algunos seres hablantes se ven impelidos.

El arte de acción, en sus distintas vertientes, es una disciplina artística no tan joven, pero sí menos conocida por el gran público que las disciplinas más clásicas. Hay algo en su propia esencia que lo mantiene cerca de los márgenes. Al tratarse de piezas efímeras que exigen la presencia, y que por mucho que queden documentadas en sus partituras, en fotos o en vídeo, solo en la misma experiencia en el aquí y el ahora, en el espacio y tiempo compartido por artistas y participantes adquieren su verdadera medida.

El performance toma como elementos básicos los esenciales de la existencia de todo parlêtre: un cuerpo, un espacio, un tiempo, objetos y palabras. Y a partir de ellos se arma una pieza en la que hay un «querer mostrar» algo que queda por fuera del hacer convencional, por fuera de los discursos compartidos, por fuera de las vías de circulación aceptadas. Es por ello que no siempre es fácil dejarse tocar y a menudo escuchamos como muchos no llegan a entrar, «no se entiende», dicen. Vocación primaria del performance de situarse más allá de lo que se entiende con los instrumentos habituales, pero sin dejar de lado la apuesta para que el «querer mostrar» llegue al otro, llegue al mundo, pueda establecer un germen de algo no vislumbrado hasta ese momento.

El 8 de julio de 2022, tuvo lugar el último encuentro PEPA en ABM Confecciones, un espacio para el pensamiento, la acción y el debate ubicado en Puente de Vallecas, gestionado por un grupo de personas, sin entidad legal o jurídica y que no recibe (ni desea) recursos de ninguna organización pública o privada. Tampoco Analía Beltrán y su iniciativa reciben ningún tipo de financiación, ni existe ningún beneficio económico en los eventos. Una apuesta decidida por convocar a los sujetos a situarse en los márgenes del orden capitalista, sosteniéndose en el deseo.

Como muestra de los trabajos que se pueden ver en PEPA presentaremos las piezas que nos convocaron ese día.

Joaquín Artime (Santa Cruz de Tenerife, 1984), artista multidisciplinar, presentó su obra «Tranx» en la que, a través de su semblante, del trabajo corporal con la pintura y con los significantes «ÉL» y «ELLA» nos introdujo en lo que de performativo tiene la diferencia entre los géneros masculino y femenino. A través de la acción realizada se repite la escritura de «ÉL» y «ELLA» hasta diluirse y unirse, transformándose en «ELLE» para después desaparecer.

Manuel López (Arrecife, 1992), artista y músico, en su obra «Entre el sonido y el silencio» exploró la resistencia interna del cuerpo y los intersticios más sutiles que los sentidos pueden captar: el hilo de pescar casi transparente, el movimiento pendular hipnótico y casi silencioso, el agua en su esencialidad insustancial, una sonrisa sostenida por pinzas, «una música de audición interna que no suena ni calla», en palabras del propio autor.

Manuel de Marco (Udine, 1987), artista multidisciplinar, por su parte, nos presentó la obra «Existencial physics», en la que indaga la tensión entre el ser individual con su cuerpo y el mundo, como otredad, con sus reglas; el constante movimiento en el que ser individual busca su identidad y busca la posición adecuada respecto al espacio que le rodea, movimiento que testimonia de la angustia que puede acompañar a este anhelo permanente de adecuación.

Para cerrar el encuentro, Raúl Díaz- Obregón (Madrid, 1971), artista visual y doctor en Educación Artística, propuso una intervención colectiva, homenaje al espacio que acogió el encuentro. Bajo el título «Cosidos» propuso a los asistentes crear un tejido común que ocupara el espacio con las ropas disponibles.

Cada uno en su mundo, pero no sin la posibilidad de tejer acciones, palabras, imágenes y presencias, este es el espíritu de PEPA Pequeño Evento de Performance Art, una apuesta por un tejido de performance en el que hay huecos y hay nudos.

Para saber más de PEPA Pequeño Evento de Performance Art:

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