Nota sobre el discurso

Lacan ubica con precisión un hecho de estructura en la subjetividad, todo el mundo delira. Las próximas Jornadas de la ELP toman ese punto bajo el título “Todo el mundo está en su mundo”. Y así es… Pero si esto es así cómo funciona la relación con el otro, cómo se da eso que suele llamarse lo social…

El sujeto está siempre en el campo del Otro y aunque sea por la vía del malentendido está en su mundo.

Lacan tomó desde los inicios la relación de la singularidad del uso de la lengua con el lazo social que implica el discurso común.

En el Seminario III Lacan ubica el Nombre del Padre como anclaje subjetivo con la estructura del lenguaje. Desde que el sujeto habla existe el Otro del lenguaje. El Nombre del Padre sería el significante que en el Otro funcionaría como ley.

Lacan hace el diagnóstico del lenguaje delirante por el funcionamiento de las palabras y lo califica por la intensidad del goce en juego. Se trata de un “sabor particular en el que ciertas palabras cobran un énfasis especial, una densidad que afecta la forma del significante”1Lacan, J., Seminario 3: Las Psicosis, Paidós, Buenos Aires, 1984, p. 53.

No se trata de otro lenguaje sino de la economía del discurso que permite – a través de la relación de significación a significación y de la relación con el ordenamiento lógico que es común en el discurso-afirmar que se trata de un delirio.

Es una doble referencia: el funcionamiento de las palabras con relación al goce y la relación del ordenamiento a la ley.

El campo del discurso aporta soluciones estándar. El ejemplo de la educación tiene todo su interés ya que implica la transmisión de elementos que apuntarían a conformar ciudadanos de época. Sin embargo, no se puede estandarizar totalmente, se trata de una orientación y es verdad que existen variaciones al respecto. Se puede hablar de discurso dominante, pero hay matices y las modas cambian permanentemente y se pluralizan. Es decir, la oferta estandizadora es amplia para facilitar identificaciones que puedan tener resonancias fantasmáticas.

El sujeto vive en su mundo, pero el manejo de los semblantes que provee el discurso permite la ilusión de comprender. Es lo más alejado de la verdad, que solo puede medio decirse. Por eso Lacan alertó sobre la comprensión llamándola “espejo inconsistente”. Sobre ella se asienta todo el ejercicio de la psicología.

Miller considera que el lazo social es el síntoma, el aparato del síntoma que construye el sujeto2Miller, J.A., Los inclasificables, ICBA, Buenos Aires, 1999, p. 348. Si bien marca la superación de la relación dual no es equivalente a la sociedad3Miller, J.A., Psicoanálisis y sociedad. Cuando Lacan formula la forclusión generalizada hace necesario el síntoma para que algo se fije, es decir, para establecer una relación. La castración deja una forclusión generalizada que necesita del síntoma para suplir la falta de relación sexual. A falta de relación sexual hay relación sintomática, lazo social.

Lalengua deja su marca singular y es anterior al ordenamiento sintáctico-semántico que provee el campo del discurso. En el caso de las psicosis el sujeto puede estar en el lenguaje, pero no en el discurso, es lo que Lacan plantea de comienzo como se ha señalado.

El discurso hunde sus raíces en el goce e intenta ser un tratamiento del mismo gracias a la castración. Los diferentes discursos intentan el tratamiento a partir de lo que se define para el lugar del agente. De allí la formalización de Lacan de los cuatro discursos que marcan el punto más alto al que llega con la hipótesis estructural.

El punto de capitón, el objeto a, la distinción enunciado /enunciación, son efectos del discurso. En el caso de la psicosis se trata de lo que se llama fuera de discurso. No hay que olvidar que Lacan ubica el discurso del amo como el discurso del inconsciente.

Miller4Miller, J.A., Los inclasificables, Op.cit, p. 346-47 ha señalado los efectos de la falta del punto de capitón en el discurso con relación al fenómeno de la “nebulosa” que no permite la puesta a punto del significado generando la dimensión de eterno presente. En la psicosis hay la imposibilidad de la memoria porque la alteración del eje temporal impide la historización. De este modo uno de los registros discursivos que es poder hablar del pasado queda aplastado.  No es lo mismo la historia que el relieve, no es lo que se cuenta sino lo que se muestra de las marcas del funcionamiento que da el plus de goce5Lacan, J., Les non- dupes erren, (1973-1974), inédito, lección del 13 de enero de 1973..

La estructura discursiva instaura relaciones estables, lo que quiere decir un ordenamiento estándar.  Esto hace entrar de diferentes maneras los consensos. Es un aparato que tiene cuatro patas y permite cuatro posiciones regulares pudiendo subsistir sin palabras. Es decir, el dispositivo gobierna las palabras que surgen6Lacan, J., Seminario 17: El reverso del Psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, p. 10.

Para Lacan la sociedad estaría fragmentada en diferentes lazos sociales que no son igualitarios sino dominales7Miller, J.A., Psicoanálisis y sociedad, Op. cit..

Cada discurso determina una modalidad de vínculo social que da nombre al mismo y   articula dos lugares el del agente dominante y el dominado.

En el discurso del amo la dominancia del S1 ha tenido y tiene diferentes modalidades que acentúan hoy día las variaciones para dar cabida a las diferentes modalidades de goce. Las mismas se legitiman por esta vía para luego pasar, en muchos casos, a su legalización.

Pero el discurso más interesante para estudiar en este momento es el del Metaverso que propone un mundo virtual de realizaciones fantasmáticas 3D que tiene implicaciones económicas y políticas. Es la imaginada apuesta de futuro que ya reditúa en el presente pues es hija de las novedades tecnológicas. Sin embargo, el sueño de poder vivir enchufado al mundo de goce virtual genera “cansancio tecnológico”. En realidad, más allá de eso se trata de la fatiga del goce sin intervalo, sin descanso. El goce es un límite ya que no se puede gozar de manera continua. No se puede totalizar y la tecnología siempre encuentra el agujero que es fundante y cuanto más se tapa más angustia y malestar genera. No hay un más allá del discurso, no hay metadiscurso…

Hay lo que hay y lo que cada uno hace con eso, saber hacer con eso de otra manera es la posibilidad que abre un análisis.

 

  • 1
    Lacan, J., Seminario 3: Las Psicosis, Paidós, Buenos Aires, 1984, p. 53
  • 2
    Miller, J.A., Los inclasificables, ICBA, Buenos Aires, 1999, p. 348
  • 3
  • 4
    Miller, J.A., Los inclasificables, Op.cit, p. 346-47
  • 5
    Lacan, J., Les non- dupes erren, (1973-1974), inédito, lección del 13 de enero de 1973.
  • 6
    Lacan, J., Seminario 17: El reverso del Psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, p. 10
  • 7
    Miller, J.A., Psicoanálisis y sociedad, Op. cit.