Hacerse con un dominio

Fascinado por las imágenes de unos libros piadosos que le regalaron, Christian Boltanski inicia su primer intento pictórico a los 13 años. Una actividad casera (domus), alejado como estuvo de cualquier estudio reglado. El futuro artista no soportó la escolarización, los padres no le presionaron y lo agradecerá. Aunque también cree que esa situación le convenía a la madre, podía usarlo como “bastón” junto a alguno de sus hermanos para desplazarse.

En su relato se pregunta por el deseo del Otro ¿cómo se les ocurrió engendrarlo, que él naciese? En plena guerra, en la Francia de Vichy, con un padre judío “desaparecido” en su propia casa, escondido más de un año en el altillo y una madre inválida a causa de la polio. Christian Liberté recibe su segundo nombre por la liberación de París, nace unos días después de esto y será inscrito en el registro civil como hijo de madre desconocida. Una rareza más para él.

 

Reconciliaciones

Háblanos de tu primer recuerdo —le pidió Grenier— en esta entrevista1Boltanski C., Grenier, C. La vida posible de Christian Boltanski. Ediciones Casus Belli, 2010, p. 7..

Boltanski dirá que en realidad son recuerdos de cosas que le fueron contadas, como “visiones desligadas de un contexto” y donde la veracidad queda en entredicho.

Pero de otros no dudaba, cómo los de “dar alaridos en la calle, colgarme de las farolas, alguien que me arrastraba (…) Cosas aterradoras: me escapaba de la escuela, siempre estaba llorando”.

Se recuerda como un niño “tonto”, retrasado, que realizaba actividades propias de los “esquizofrénicos”, sin ninguna cualidad a destacar, muy torpe manualmente, pero en el que parece surgir la convicción de que en algún momento haría algo importante.

¿Qué decir de sus padres? Una familia burguesa de izquierdas, intelectual, recuerda que en la infancia “tenía el deseo, que tienen los niños tontos, de que mis padres no fueran extravagantes, de que hicieran realmente de padres (…)”2Ibid., p. 9..

En Récits relata su reconciliación con ese pasado, en tanto lo que somos “nos ha sido dado en ese período de la vida (…) lo que soy hoy es gracias a mis padres, a ese mundo loco”3Boltanski, C., Adler, L. Récits. Ed. Flammarion, 2015, p. 22-23 “(…) car ce que nous sommes nous est donné par cette période de notre vie (…) Ce que je suis aujourd’hui, c’est grâce à mes parents, grâce à ce monde fou”..

Este sujeto que dijo que no a la demanda escolar, laboral, como a la posibilidad de una cura analítica, encuentra donde alojar su singularidad en lo que llamó sentimiento artístico: “me sentía diferente y creo que de algún modo está ligado al sentimiento de artista”. No consiguió ser un verdadero outsider. ¿Lo anhelaba? No parece. Quería introducir sus obras en el competitivo mundo del arte, quería reconocimiento. Para eso tuvo que resignar el estilo pulido de los americanos a los que intentaba imitar y reconciliarse también con su modo pulsional, su manera sucia, “mugrienta” de hacer. Significante que remite en su decir -sin que él lo asocie- a la vida familiar y la vergüenza que sentía.

Pero también necesitaba encontrar su modo de componerse con el objeto: “comprendí que no era capaz de realizar esas cosas bien hechas, que mi dominio era más bien el bricolaje”4Boltanski C., Grenier, C. La vida posible (…), op. cit., p. 103..

Aunque progresivamente se vuelve “más frío en la presentación y más conceptual”, retorna —sobre todo cuando se siente triste, desganado— sobre las primeras obras, aplicando nociones que de pronto “comprende”: el espacio, el vacío… Como un orfebre de la pobreza, utiliza restos que le quedan, marcos, fotos, etc. en un minimalismo que le llevará a decir que podía transportar su obra en el bolsillo.

 

¿Qué era el arte para él?

Dice: “desde la mañana pensaba en ello” sin que necesariamente hiciese algo en ese sentido. Describe un modo de pasividad activa, de búsqueda sin respuesta, pero siempre instalado en ese interés.

Podríamos decir que era su modo de estar “en camino a”. “Inter-esse” dice Heidegger, significa “estar en medio de una cosa y quedarse en ella”, diferente a lo que se llama actualmente interés, en que “solo vale lo interesante, aquello que permite ser indiferente un instante después para ser suplantado por otra cosa que nos toca tan poco de cerca como la anterior”5Heidegger, M. ¿Qué significa pensar? Ed. Nova, 1978, p. 10.. Un síntoma muy de nuestra época.

“El arte es siempre una especie de fracaso, un combate que no puedes ganar (…) hay un deseo de jugar con esto, de tratar de lograrlo, aún sabiendo que es imposible (…) Es cierto que todo el trabajo de archivo que hago desde el comienzo, esa voluntad de conservar las huellas de todo, traduce un deseo de este tipo, un deseo de detener la muerte”6Boltanski C., Grenier C. La vida posible (…), op. cit., p. 72..

Al final dirá que la persona no importa, son anécdotas, lo que vale es lo creado, lo que vale en esto -podríamos decir- es la identificación conseguida del “yo soy eso”7Miller, J.-A. Sutilezas analíticas. Paidós, 2011, p. 162. y en el que el declive del cuerpo no le impide soñar con la permanencia, proponiendo, por ejemplo, que sus instalaciones “efímeras” puedan ser rehechas por quien quiera y donde sea.

“Ya está, soy conocido”, le dirá a su pareja con alegría8Boltanski C., Grenier C. La vida posible (…), op. cit., p.108.. Ciertamente había conseguido hacerse con un dominio (dominium), como se habla actualmente para un usuario único de internet, pero para nosotros es su singular bricolaje insertado en el mundo, ese sinthome.

 

  • 1
    Boltanski C., Grenier, C. La vida posible de Christian Boltanski. Ediciones Casus Belli, 2010, p. 7.
  • 2
    Ibid., p. 9.
  • 3
    Boltanski, C., Adler, L. Récits. Ed. Flammarion, 2015, p. 22-23 “(…) car ce que nous sommes nous est donné par cette période de notre vie (…) Ce que je suis aujourd’hui, c’est grâce à mes parents, grâce à ce monde fou”.
  • 4
    Boltanski C., Grenier, C. La vida posible (…), op. cit., p. 103.
  • 5
    Heidegger, M. ¿Qué significa pensar? Ed. Nova, 1978, p. 10.
  • 6
    Boltanski C., Grenier C. La vida posible (…), op. cit., p. 72.
  • 7
    Miller, J.-A. Sutilezas analíticas. Paidós, 2011, p. 162.
  • 8
    Boltanski C., Grenier C. La vida posible (…), op. cit., p.108.